El manatí en Puerto Rico

El manatí en Puerto Rico

¿Qué es un manatí?

El manatí es un mamífero marino que habita en las costas y en las desembocaduras de los ríos. Su nombre científico es Trichechus manatus, del griego tri (tres) y chechus (uñas) y de la lengua indígena Caribe manati que significa con mamas. Su cuerpo es grande y cilíndrico, parecido al de una foca grande. Se distingue particularmente por su cola aplanada en forma de cuchara y por sus dos extremidades en la parte anterior del cuerpo provistas de tres o cuatro uñas. Aunque por lo regular es de color gris, se encuentran algunos color café. Al igual que otros mamíferos marinos, tiene poco pelo, excepto en el morro que está cubierto de pelos cortos. Al nacer, la cría mide aproximadamente un metro (tres pies) y pesa 30 kilogramos (66 libras). De adulto puede llegar a medir hasta tres metros (10pies) de largo y pesar cerca de 500 kilogramos (1,110 libras). Sin embargo, se han observado individuos que miden hasta cuatro metros (13 pies) con un peso de hasta 1,500 kilogramos (3,300 libras). El manatí es un animal tímido e inofensivo, que gusta de nadar en compañía de su grupo para jugar, comer o moverse de un lugar a otro. Este es el único mamífero marino completamente herbívoro, característica que lo hace muy importante para ayudar a mantener el equilibrio y la productividad de su hábitat. Su alimento principal lo constituye las yerbas marinas y plantas acuáticas que crecen en lugares poco profundos cercanos a la costa o en los ríos.

Mamífero marino

El manatí (Trichechus manatus) es un mamífero marino herbívoro, que usualmente vive en aguas poco profundas, Se alimenta de yerbas marinas y plantas acuáticas. Es conocido como vaca marina. Periódicamente el manatí sale a la superficie a respirar, excepto cuando esta dormido. En ocasiones de gran actividad pueden salir a la superficie cada 5 minutos aproximadamente.

Reproducción de la especie

Mediante el estudio de esta especie se ha aprendido que las hembras Ilegan a una madurez entre los 5 a 9 años de edad. La razón de reproducción es lenta. Luego de 12 a 13 meses de gestación la hembra manatí busca un lugar tranquilo, poco profundo, donde pueda tener su cría. El bebe manatí es amamantado por uno a dos años. En su etapa juvenil puede que permanecer cerca de su madre por unos meses.

Poblaciones amenazadas

Las poblaciones de manatíes en el pasado disminuyeron principalmente por el consumo de sus carnes por humanos. En 1893 se aprueba legislación en Estados Unidos para proteger los manatíes de captura. Actualmente las poblaciones existentes están siendo afectadas por actividades humanas relacionadas con el intenso desarrollo de las zonas costaneras.

Operadores de vehículos acuáticos 

Los manatíes no nadan con rapidez debido a su peso y tamaño, lo que los hace vulnerables ante la dificultad de esquivar con rapidez una embarcación a gran velocidad. De otra parte, botes manejados a grandes velocidades, no proveen oportunidad a sus operadores para ver a simple vista manatíes sumergidos. Estos factores son determinantes en accidentes de atropello o golpes a estos mamíferos.

Protege el hábitat del Manatí

La destrucción de hábitats representa otro aspecto que incide en la población de manatíes. Comunidades de yerbas marinas en estuarios pueden ser afectada por la contaminación proveniente de escorrentías desde tierras altas. Todo objeto o edificación sobre el agua que cree sombra e interfiera con la captación de luz solar necesaria para el proceso de fotosíntesis de las yerbas marinas también afectan estos ecosistemas.

Manatíes en Puerto Rico

Los manatíes en Puerto Rico habitan cerca de la costa y en áreas estuarinas. Los conteos más altos ocurren al este y al sur de las costas de la isla. Estas áreas contienen extensas praderas de yerbas marinas, aguas relativamente calmadas y fuentes de agua fresca provenientes principalmente de ríos. Las praderas de Thallassia testudinum han sido identificadas como la principal fuente de alimento de estos mamíferos en Puerto Rico.

Población significativa en Bahía de Jobos

Al sur de Puerto Rico, en Bahía de Jobos, se encuentra una significativa población de manatíes. Las principales Areas habitadas por este amigable mamífero se encuentran en la Reserva Nacional de Investigación Estuarina de Bahía de Jobos. En el sector conocido como Mar Negro se han identificados estas áreas de manatí con letreros. Las praderas de thalassia al suroeste de Cayo Puerca son una de las áreas más frecuentadas por esta especie. Los Cayos Caribes y la parte este de la Bahía al norte de Punta Pozuelo, también son frecuentadas por manatíes y han sido rotuladas al respecto.

Protección de una especie en peligro de extinción

Las zonas identificadas como áreas de manatí en Bahía de Jobos poseen boyas que determinan una velocidad máxima de 5 nudos para toda embarcación. La población de manatíes esta protegida por la Ley de Protección de Mamíferos Marinos de Estados Unidos y la Ley de Especies en Peligro de Extinción. El Plan de Manejo de la Reserva de Bahía de Jobos limita el paso de motoras acuáticas conocidas como «jet skies» y la utilización de redes de pesca.

Avistamiento del manatí en Bahía de Jobos

Para disfrutar de avistamientos de manatíes en Bahía de Jobos se recomienda navegar las áreas identificadas temprano en la mañana y al caer la tarde. La Ruta para kayaks en la Reserva hacia Mar Negro es una alternativa de recreación pasiva que se puede considerar para avistar manatíes. Ayudanos a conservar esta especie. Observa todas las regulaciones que protegen a los manatíes. Apoya iniciativas de la Reserva e informa sobre avistamientos y varamientos. En ambos casos, comunícate al (787) 853- 4617 y recuerda informar la fecha, el lugar y la hora.

¿Dónde se encuentra?

La subespecie de manatí que se encuentra en Puerto Rico(Trichechus manatus manatus) es la misma que habita las costas cálidas de otras Antillas Mayores, países del Caribe y del Golfo de México. El manatí de la Florida es considerado como una subespecie aparte (Trichechus manatus latirostris). Existen otras especies de manatí en el Río Amazonas y en la costa Oeste de Africa. Su distribución en Puerto Rico está regida por tres factores: (1) el grado de protección contra el oleaje fuerte que proveen las bahías y puertos, (2) la distribución de las yerbas marinas para alimentarse y (3) la disponibilidad de agua dulce para beber. El manatí es más abundante en las costas sur y este, especialmente en Fajardo y Ceiba(Base Naval Roosevelt Roads) y en la Bahía de Jobos entre Guayama y Salinas. También se encuentra en densidad intermedia, en la costa noroeste de Vieques, la Bahía de Guayanilla, La Parguera y Bahía Montalva en Lajas, Joyuda y Bahía Sucia en Cabo Rojo, y en la desembocadura del Río Guanajibo en Mayagüez. En la costa norte no es tan abundante como en el sur. Sin embargo, se ha observado desde la desembocadura del Río Plata en Dorado hasta Fajardo y en el noroeste en Isabela y Aguadilla.

¿Porqué se encuentran en peligro de extinción?

Se estima que en Puerto Rico la población es de unos 600 a 700 individuos. Con el propósito de conservar esta especie, pues son más los individuos que mueren que los que nacen, este grupo ha sido clasificado en peligro de extinción. Esta situación unida a su baja tasa reproductora, se agrava con las condiciones desfavorables creadas por el ser humano al desarrollar la costa indiscriminadamente. El manatí es de movimiento lento y pasa la mayor parte del tiempo flotando en la superficie. Por esto, es muy susceptible a ser impactado por botes y lanchas conducidas a gran velocidad. Las hélices le infligen cortaduras profundas que pueden ser mortales. Además, el impacto directo de la embarcación puede matarlo en el acto. El aumento en el transito de botes y lanchas a veces le obligan a desplazarse a lugares que no reúnen las condiciones necesarias para su supervivencia. Las redes de pesca también ocasionan la muerte del manatí, pues algunos pescadores continúan atrapándolo para consumir o vender su carne ilegalmente. En otras ocasiones las redes lo mantienen atrapado bajo el agua y muere ahogado. También puede morir al ingerir plásticos o globos o al enredarse en hilos de pescar, sogas y en muchos otros artículos que encuentra flotando en el mar.

¿Qué hacen las agencias de gobierno para ayudarlos?

Con motivo de su inminente peligro de extinción, los gobiernos de Puerto Rico y de los Estados Unidos han amparado esta especie bajo leyes de protección. Estas leyes prohiben estrictamente la caza del manatí y cualquier otra acción que ponga en peligro la supervivencia de un individuo de esta especie. La infracción de estas leyes puede conllevar una penalidad máxima de $20,000 y hasta un año de cárcel.

¿Qué puede hacer la comunidad para ayudarlos?

Todos somos responsables por la supervivencia del manatí y debemos ayudar para evitar su extinción. Si conduce una lancha: Cuando cae señales indicando la presencia de un manatí, reduzca la velocidad al mínimo, de modo que no haga olas. Si bucea: Observe, pero no toque al manatí. Tome fotografías si desea, pero no se acerque deliberadamente al: animal. No lo asuste ni lo aceche. Si pesca: No deseche en el agua lis hilos de pescar. El manatí frecuentemente se lastima con los anzuelos e hilos de nilón que se encuentran flotando o enredados en las plantas que consume. Si un manatí cae en sus redes, libérelo rápidamente ya que pude ahogarse. Si disfruta de la playa: No deseche sobre la arena desperdicios plásticos, como bolsas, globos o yuntas de refrescos y cerveza. Si tiene amigos que disfrutan de los deportes acuaticos: háblales sobre esta inofensiva y dócil criatura que no atacaría aunque su vida dependiera de ello. Si es educador: tome tiempo para explicarles a sus estudiantes sobre el manatí, sus problemas y la necesidad de conservarlo.

 

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